Bueno, pues vamos con lo que vamos, el funcionamiento de Google AdWords, y a grandes rasgos, podemos decir que se trata de pagar a Google para que cuando un usuario busque en su buscador una o unas determinadas palabras, muestre un enlace a nuestra web en una posición destacada del SERP (páginas de resultados).

Explicamos de una forma sencilla los conceptos fundamentales:

Keyword, “palabra clave” traducido al castellano, es la palabra o conjunto de palabras que se utilizan para asociar nuestros anuncios con los términos que utilizan los usuarios al buscar en Google.

Importante destacar que podemos determinar las palabras clave por las que nos interesa ser mostrados y las que no.

Cuando la keyword se compone de una o dos palabras como máximo, la denominamos “Short Tail” o “Head Tail”.

Responden a intenciones de búsqueda muy genéricas o poco específicas.

En SEO, la competencia respecto a su posicionamiento orgánico es muy grande, y se hace complicado escalar a corto plazo.
En SEM, la competencia se da respecto al precio de las pujas.

No siempre nos va a interesar luchar por una Short Tail, puesto que podría traer tráfico no específico a nuestra web, que realmente no son nuestros potenciales clientes y tendríamos un efecto negativo de rebote.

Cuando la keyword está formada por 3 o más palabras, la denominamos “Long Tail”, y ya habrás deducido, que mientras más palabras la formen, más específica será la intención de búsqueda asociada a nuestro anuncio.

Mientras más larga sea la Keyword, menor volumen de usuarios coincidirán con esa búsqueda, pero más específicos.

Consiste en identificar una serie de palabras clave o términos de búsqueda que sean interesantes para nuestra marca, a fin de conseguir que nuestra web aparezca en Google cuando los usuarios los busquen.

Es la base de toda campaña de AdWords. Seleccionar cuidadosamente las keywords por los que queremos ser mostrados es super importante para optimizar nuestra campaña y evitar gastar parte de la inversión en clics innecesarios. Hay que dedicarle el tiempo necesario, ya que va a determinar en gran medida el éxito de la campaña SEM.

El tipo de concordancia con palabras clave determina en qué medida debe coincidir una palabra clave con la consulta de búsqueda de un usuario para que el anuncio pueda entrar en la subasta.

Identificar a nuestro target o público objetivo y saber “dónde” se encuentra es fundamental para programar cómo y dónde impactarlo.

Google Ads ofrece una serie determinada de objetivos seleccionables para tu campaña. Pero realmente eres tú, o tu agencia, los que tenéis que tener claro el objetivo y objetivos de cada campaña, y en función de ello, establecer un criterio para las pujas.

Esta parte es más compleja, y dará para un artículo de blog específico, pero lo que debes saber es:

Los tipos de estrategias de puja en Google Ads representan la cantidad de dinero que estás dispuesto a pagar por un clic en una keyword.

Como seguro que hay otra gente dispuesta a gastar dinero en la misma keyword, se establece una competencia que Google resuelve a modo de subasta, al mejor postor.

Esta subasta define, cuándo, a quién y en qué posición se mostrará nuestro anunció para cada una de las búsquedas que realicen los usuarios.

Cada vez que alguien ejecuta la búsqueda de una keyword en Google, el buscador clasifica los resultados de acuerdo con cuánto el anunciante está dispuesto a pagar por ese término y en virtud de eso da relevancia a un postor u otro; a todo ello entra también en la ecuación del algoritmo la puntuación de calidad de tu web para ese término. (Ver apartado siguiente)

Pongamos que hemos ganado la puja y se muestra nuestro anuncio, el usuario entra en nuestra web.
Si el usuario lo que encuentra es una mala web, sin orden, que le ofrece una mala experiencia de usuario y no inspira confiabilidad se irá rápidamente.
Habremos tenido un rechazo o rebote, que Google puntúa y guarda en su memoria de elefante, penalizando nuestra web para futuras búsquedas.

El nivel de calidad de una web o Quality Score (QS) es una métrica de Google para clasificar la calidad de una página y de un anuncio, y este índice afecta en gran medida a la ubicación en el ranking de búsquedas y al costo por clic.

A Google le interesa facturar, pero, a su vez, quiere proveer soluciones a sus usuarios, por eso mostrará más aquellos anuncios que satisfagan las

expectativas de los usuarios, pudiendo llegar el caso de que un anuncio que lleve a una web con un pésimo QS incluso ni los muestre.

Por esto decimos siempre que con pagar no es suficiente.

Absolutamente siempre hay que analizar e interpretar los resultados, porque es la única forma de saber que se están obteniendo resultados.

Es muy importante controlar el rendimiento de todos los elementos de la campaña: palabras clave, anuncios, conversiones…

De esta forma podremos ir optimizando la campaña y orientándola hacia el éxito.

Si no se conoce perfectamente la plataforma de AdWords, puede convertirse en un pozo sin fondo de gasto de dinero.

Contar con unos conocimientos mínimos adecuados es básico para poder tener campañas de éxito que generen unos buenos rendimientos.

Si no sabes cómo optimizar tu inversión en ADS, sin duda alguna te recomendamos recurrir a una agencia que tenga los expertos en Adwords para la gestión de las campañas.

Google AdWords es una herramienta maravillosa, pero que puede llegar a ser demasiado compleja para alguien que no cuenta con experiencia.

Y cuando se maneja exprimiéndola al máximo nos va a dar grandes satisfacciones en cuanto a resultados.

Posicionamiento, autoridad, notoriedad, visibilidad, visualizaciones, maximización de conversiones, tráfico web…

Ahora que ya sabes qué es AdWords, puedes intentarlo tú mismo, y si necesitas ayuda profesional, contacta con nosotros.